La cacería

La caza “deportiva” y el tiro al pichón pusieron animales donde antes había hombres, pero en estos casos el derramamiento de sangre, como objetivo del placer, muestra que la sublimación es harto incompleta. En el tiro al pichón se sueltan palomas que al volar ofrecen un blanco sobre el que se ejercita puntería, gana quien mata más animales, (lo redacto en presente porque se sigue practicando). El Torreón de Mar del Plata era un club de tiro al pichón, donde se soltaban los animales al mar y se disparaba desde ese gran balcón circular que da al mar.

La esencia de la caza deportiva y del tiro al pichón reposa sobre el placer de matar. Sus cultores intentan atenuar este tema manifestando que comen lo que cazan.

Si se reemplaza el pichón por el plato que sale de la pedana sólo se conserva la agresividad inicial en el arma de fuego, produciéndose un neto avance sustitutivo. En cierto modo es un proceso similar al que aconteció en la historia de las religiones donde el sacrificio incruento fue paulatinamente desplazando al sacrificio cruento (con derramamiento de sangre), hoy el fiel angustiado promete una donación o un esfuerzo personal a cambio de un favor divino. Anteriormente se sacrificaba un prisionero o un animal.

Corridas de Toros

Las corridas de toros son un ejemplo paradigmático de esta propuesta, aunque sus orígenes se remontan a la edad de bronce, es como el boxeo continuadora del circo romano, solo que el gladiador devenido torero es voluntario y se nutre de fama y dinero, el toro reemplazó al tigre, león u otro gladiador, brindando así mucha más seguridad al torero, pero el sentido de la fiesta es sacrificial, tanto para el toro como para el héroe que arriesga su vida.

La corrida de toros se ha desarrollado a lo largo de siglos como una forma de demostración de valentía al estilo de algunas tribus que aún practican ritos de paso de la niñez a la edad adulta. Durante la corrida de toros se provocan y eluden constantemente las embestidas del animal, a la vez que se trata de disminuir la fuerza de este mediante el sangrado constante, que se logra con diversos pinchazos de una profundidad que va desde el nivel superficial hasta unos 15 centímetros aproximadamente. La corrida culmina casi siempre con la muerte del toro, en otras del torero y escasamente de ninguno. Al torero se lo considera matador cuando ha conseguido destreza suficiente para matar al toro rápidamente (idealmente de una sola estocada).

La suerte suprema constituye el desenlace final, justifica cuanto antecede en el ruedo entre toro y matadores. Es el último instante sacrificial de la fiesta y aquel en el que, pese a las lógicas diferencias, más igualados están ante la muerte.

Correr toros. Alfonso X el Sabio, Cantigas de Santa María, miniatura de la cántiga número 144.

Suele considerarse al toreo como una práctica de excesiva crueldad contra los animales. Esta posición prevalece en los países en que la practica está prohibida, aunque también tiene diferentes grados de adherencia en países en que la actividad está permitida. La UNESCO define la tauromaquia como El terrible y venal arte de torturar y matar animales en público, según unas reglas, desnaturalizando la relación entre hombre y animal.

El automovilismo y la acrobacia aérea

A diferencia de la práctica de tiro, en el automovilismo es el hombre mismo el que se ha convertido en proyectil y ahora el nuevo objetivo es evitar impactar, aunque con el riesgo latente de hacerlo, lo que mantiene este punto sacrificial del deporte en forma solapada.

Bernie Eclestone (manager de la F1) dijo en una oportunidad: "Si quisiéramos, en poco tiempo estaríamos en condiciones de comandar los autos a control remoto desde los boxes, tecnológicamente estamos en condiciones de hacerlo, pero esto sería el fin de la Fórmula Uno, el público quiere que haya alguien arriesgando la vida a más de trescientos kilómetros por hora" .

Ralf Schumagger vuela sobre Rubens Barrichello en el GP de Australia

Ayrton Senna (Francia 1991) es un claro ejemplo del héroe inmolado. Estas competiciones derivan indirectamente de las peligrosas carreras de carros de guerra de cuatro caballos. s II a.C.

La esencia del espectáculo se fundamenta en la identificación del espectador con el actor “Ganamos” afirma el tifosi de Ferrari mientras la adrenalina circula por sus arterias a razón de 18.000 vueltas por minuto

Los primeros autos eran carros de caballos con motor

   

También la aviación acrobática se podría realizar con control remoto desde tierra, de hecho se hace, pero perdería todo interés, el público goza sabiendo que un piloto se expone a todo tipo de giros, zambullidas, toboganes y riesgos de todo tipo. Las corridas de toros, las riñas de gallos, peleas de perros, el boxeo, el rugby, el fútbol americano, confirman, en distintos niveles, esa cuota de sadismo hasta cierto punto inofensivo del espectador. A su manera los mismos equilibristas o domadores del circo juegan con la angustia de los niños y de los adultos también.

En una final de tenis, deporte más sublimado, el público no espera que su héroe arriesgue la vida, pero le pide coraje y decisión, que haya adrenalina en sangre en los momentos cruciales del encuentro y que sea capaz de destronar al campeón o mantener su cetro eliminando simbólicamente al desafiante.

  El vértigo lo siente y vive el espectador mediante la exposición física y real del auriga o piloto.

El término caballos de fuerza, utilizado para medir la potencia del motor, deriva del peso que es capaz de levantar con una polea un auténtico caballo. izq. Ánfora siglo III d.C.

Entre los “cuatro HP” (Horse Power) del carro de guerra y los casi 1000 de un F1 ha transcurrido un largo camino, pero el riesgo del conductor sigue siendo la clave del espectáculo.

En las carreras de cuadrigas los accidentes eran frecuentes por el escaso espacio que dejaban los circos como el de Cartago, pero además no estaba penalizado encerrar al rival, golpear sus caballos con el látigo o insertarle el eje entre los rayos de las ruedas. La ambulancia que sigue al tropel en las carreras de caballos nos recuerda el peligro que atraviesa el jockey si cae bajo las patas de estos nobles animales.

'BEN-HUR', EN INDIO. Tan emocionantes como las carreras de cuádrigas protagonizadas por Charlton Heston en Ben-Hur se presentan estas, en las que los caballos son toros y el premio no es la supervivencia, sino una medalla en las Olimpiadas Rurales que se celebran en Kila Raipur, en la India. (Foto: EFE)

Cuando se hace una historia del deporte suele evocarse a las Olimpíadas griegas, pero este hito histórico corresponde a la institucionalización del deporte en el mundo occidental para cuando ya estaban constituidos como disciplinas, nada explica sobre su anterior desarrollo. Para entender sus orígenes, en múltiples pueblos del globo, nos representamos el proceso de las siguientes formas; como ejercicios de guerra en campamentos o asentamientos militares a modo de entrenamiento y luego juego. O como prácticas de puntería y habilidad entre cazadores utilizando lanzas, piedras o flechas, para luego desarrollarse en celebraciones o festividades a efectos de mostrar destreza frente a las mujeres de la tribu, tal como sucede en diferentes especies animales donde el macho demuestra sus habilidades a modo de conquista en el cortejo nupcial, mediante el canto, plumaje, construcción de nido, caza o protección. El deportista ha heredado el prestigio y la admiración femenina que antes tenía el guerrero o el hábil cazador.

George Catlin Carrera de canoas near Sault Ste. Marie , 1836–37
Ojibwe/Chippewa
Smithsonian American Art Museum, Gift of Mrs. Joseph Harrison, Jr.

© Gustavo Maure
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Fuentes :   Bibliografía, Imágenes y Textos Recomendados   

www.elmundo.es/.../ 2007/02/03/index_2.html

www.sofiaoriginals.com/ mar613amenazapersa4.htm

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