Fontanarrosa tiene una explicación propia para ese nacionalismo que suele aflorar en los mundiales. "No creo mucho en los símbolos. Pero la camiseta argentina tiene tanto o más valor que la bandera. Muchas veces nos sentimos orgullosos por boludeces que no podemos ni siquiera corroborar, como que Rivadavia es la avenida más larga del mundo. Pero el fútbol argentino siempre fue considerado de calidad. Yo creo que en algún lugar de la Biblia debe decir 'Argentina jamás perderá al fútbol' y por eso nos sentimos tan mal cuando pierde. El fútbol es una continuación de la guerra, hay un enemigo visible, dos
bandos, hombres de un lado y del otro. Con todo lo que pueda tener de criticable, me quedo con el fútbol y no con la guerra." ¿Es que acaso no nos queda ninguna opción intermedia? •