Cualquier programa de prevención de enfermedades no trasmisibles intentan reducir la prevalencia de sobrepeso y obesidad, utilizando a manera de diagnostico de riesgo las mediciones del tamaño corporal.
La obesidad puede ser definida como el incremento de tejido adiposo corporal, frecuentemente acompañado de aumento de peso corporal, cuya magnitud y distribución condicionan la salud
En este sentido el índice de masa corporal es una medida fácil de obtener que indica que el individuo esta cursando un cuadro de sobrepeso u obesidad leve, moderada o mórbida...
El IMC o Body mass index nos permite definir con mayor exactitud el grado de obesidad, ya que se obtiene dividiendo el peso actual, por el cuadrado de la estatura expresada en metros:
IMC: peso actual/ talla al cuadrado
De acuerdo a dicho índice, se clasifica a la obesidad de la siguiente manera:
I: 25,0-29,9
II: 30,0-40,0
III: >40
Sin embargo, hay que tener en cuenta que muchas veces podemos encontrarnos con IMC normales pero con una composición corporal no adecuada con aumento de la masa grasa o por el contrario, con IMC altos en individuos con un desarrollo muscular importante y niveles normales en el contenido de grasa.
Por eso, es que si bien existe correlación entre IMC y grasa corporal, desde hace tiempo se sabe que la mas grasa debería ser determinada o estimada directamente y que su evaluación repetida en el tiempo permite corroborar mas fehacientemente la actitud terapéutica alimentaria administrada o la prescripción de actividad física implementada.
Siendo la antropometría una especialidad científica, que aplica métodos para la medición del tamaño, la forma, las proporciones, la composición y la función de la estructura corporal.
Es considerada una disciplina básica para la solución y prevención de problemas relacionados con la obesidad ya que nos ofrece la exacta composición de cada sujeto, en porcentajes y peso estimado de los diferentes tejidos, adiposo, muscular, óseo etc.…
De fácil lectura y rápida comprensión de la realidad de cada sujeto permite una intervención interdisciplinaria de nutricionista, preparador físico, psicólogo, cardiólogo, ya que es posible monitorear a partir de un primer diagnostico, y evaluando los progresos y retrocesos como así también concienciar al mismo paciente de su situación actual
© María Herrero
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