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Psicología del Deporte
Autor: Gustavo Maure
Creatividad e Iniciativa
Los esquemas mentales de pensamiento
y la ruptura del paradigma dominante en el proceso creativo

Para resolver un problema se debe hacer una adecuada representación de éste. La representación de un problema consiste esencialmente en la interpretación o comprensión que del mismo realiza la persona que tiene que resolverlo. Aquí cabe destacar que creatividad y solución de problemas no son sinónimos. La sola visión de un problema ya es un acto creativo. En cambio su solución puede ser producto de habilidades técnicas. Advertir y plantear el problema significa integrar, captar, percibir, asociar donde otros no han visto nada. En este acto de darse cuenta, intervienen componentes de actitud, sociales y afectivos entre otros. Se puede diferenciar creatividad de innovación. Creatividad es el proceso mental que nos ayuda a generar ideas. Innovación es la implementación práctica de esas ideas, que se aplican con el fin de alcanzar los objetivos de forma más eficaz.

El proceso de resolver problemas puede enfrentar obstáculos importantes. Dentro de los obstáculos más comunes se destacan:

• La incapacidad de cambiar las respuestas estereotipadas.
• Sobreadaptación al ambiente o escaso espíritu de rebeldía.
• Sobre idealización de los pares, maestros o educadores.
• Falta de confianza en sí mismo.
• La incapacidad de adaptar las formas de percepción.
• La excesiva familiaridad con un asunto también puede frenar la creatividad.
• Bloqueos sociales o culturales.
• Bloqueos emocionales.
• Represión de la agresividad

"Un gran científico alemán describió los tres pasos que se requieren para concebir las ideas creativas: saturación [llenarse la cabeza con el problema que uno quiere resolver], incubación [pensar en él consciente o inconscientemente] e iluminación [cuando la lamparita se enciende y surge la idea]. En 1908, el matemático francés Henri Poincaré agregó un cuarto paso: verificación [ver si la idea funciona]

Charles Chaplin estaba de vacaciones y se encontró con un concurso de imitadores del genial Carlitos; confiando en ganar el certamen con absoluta facilidad se anotó discretamente con otro nombre, pero sorpresivamente no ganó sino que salió tercero

¿Que pudo suceder? Es difícil decirlo, pero en principio se topó con dos personas que supieron realzar sus rasgos característicos y emularlos con gracia pero amplificándolos y exagerándolos al modo de una caricatura.
Pero ¿que diferenciaba a Chaplin de sus imitadores? Indudablemente el talento creativo, el era el creador del personaje, aunque los demás fueran mejores actores.

Durero en un cuadro llamado Melancolía escribió estos enigmáticos números debajo de una campana (parte derecha superior de la pintura).

16
3
2
13
5
10
11
8
9
6
7
12
4
15
14
1

Las propiedades de este cuadrado de 16 números es que realizando cuatro sumas horizontales, cuatro verticales, en diagonal, o incluso haciendo cuatro subcuadrados, el resultado que se obtiene es siempre el mismo: 34.
Dado que se trata de una pintura sobre una enfermedad mental podríamos interpretar el cuadrado de la siguiente forma; los números representan pensamientos, en la cavilación melancólica, se arme el razonamiento de una u otra forma, el resultado tendrá siempre las mismas características, negativo, oscuro y depresivo, cualidades representadas por 34.

Muchas personas piensan del mismo modo, tienen un resultado preestablecido y la organización del pensamiento siempre desemboca en la autoconfirmación de sus prejuicios y automatismos, de esta forma siempre se las ingenian para obtener el mismo resultado. Estos son sus estereotipos mentales, sus prejuicios y preconceptos que tiñen la realidad de negativismo o de compulsión a la repetición. No hay nada más diferente a una mente libre y creativa. Los fanatismos políticos, religiosos, delirios e ideas fijas comparten un sistema de argumentación similar. En el hospital Borda yo tenía un inteligente paciente aquejado del síndrome de Gottard, un delirio de negación de órganos. Él estaba convencido que no tenía sangre, un día se impuso un análisis médico de rutina, había que sacarle sangre, lo consulté, me dijo que sí y combinamos hacerle la extracción con un compañero médico. El paciente, estoicamente ofreció su brazo, mi amigo apoyó la aguja, la insertó y comenzó la extracción. El líquido púrpura comenzó a llenar la jeringa, lo miramos a los ojos y sosteniendo la vista nos dijo, me sacaron lo último que me quedaba!! Su ingenio fue extraordinario, pero lamentablemente lo utilizaba, como todos los psicóticos, para auto confirmar el resultado preestablecido de antemano de la trama de su delirio, no tengo sangre, este es el equivalente del número 34 del cuadro de Durero, pero lo notable es que muchos neuróticos razonan de la misma forma, auto confirman sus eternas premisas como si fueran resultados de argumentos lógicos y creativos, es decir ven lo que quieren ver.

Como si fuera poco Durero (1471-1520) dejó grabado en las dos casillas centrales de la última línea, el año en que pintó el cuadro, 1514. Probablemente la campana ubicada sobre el cuadrado indique que es hora de despertarnos.

Para reemplazar los diferentes paradigmas en los descubrimientos científicos, cambiar las realidades paradigmáticas de un proyecto personal, crear una nueva estrategia en el enfrentamiento deportivo, es decir, para modificar nuestros estereotipos mentales que obstaculizan la creatividad; hacen falta inteligencia, audacia y decisión. Este proceso se realiza en base a pulsión de muerte sublimada que permite ocupar un lugar de interacción eficaz, detección de los puntos de debilidad de la realidad (o pensamiento habitual) para permitirnos crear una respuesta operativa que configure una nueva realidad. Lo mismo que en el deporte, no podemos estar sujetos al otro, intimidados, ser buenos chicos, sino tener la capacidad de desidealizar al rival y entender su vulnerabilidad.

El psicoanálisis permite descubrir la creatividad desmontando a su opuesto, la compulsión a la repetición y a su derivado la identidad de razonamiento. Este estereotipo de conducta responde a la vuelta contra el yo de la destructividad, es del orden del fracaso reiterado y en cierta medida responde a paradigmas mentales de aparente raciocinio pero de funestas consecuencias en los hechos. Por ej. si accede a la conciencia se puede presentar de esta forma siempre hice lo mismo y nunca pasó nada justificando una conducta de riesgo. Estos pseudo razonamientos pueden abarcar desde ir a la proa en tormenta sin el arnés que se une a la línea de vida (un cable que va de proa a popa) hasta el uso de doping en el límite del reglamento. Es una especie de automatismo pulsional, es la tendencia de reacción que restringe el abanico de posibilidades del sujeto, ya que simplemente puede presentarse como lentitud mental para aprovechar un fugaz punto débil del rival o la falta de iniciativa. De esta forma la pulsión de muerte se manifiesta con independencia propia gobernando los pensamientos, como en el pensamiento esquemático de la neurosis o las ideas de ruina de la melancolía.

En cambio puede tener un destino más saludable como ponerse al servicio de Eros y de la creatividad. Estas dos modalidades de organización la podemos observar en su relación con la creación y la destrucción. El escultor talla con agresividad el granito, ya que, como decía Miguel Angel, la escultura se encuentra terminada en el interior de la piedra, es agresividad sublimada, está al servicio de hacer surgir lo nuevo, a partir de su intervención se enaltece la piedra al convertirse en escultura. Obviamente es muy diferente a la agresividad de los llamados locos del martillo que periódicamente atacan a las esculturas en Roma, esta agresividad degrada, destruye, denigra, pulveriza o mata. Seguramente nuestro espíritu creativo, la esencia (el verdadero ser) necesite ser liberado de la dura roca que cubre y tapona su libre manifestación, (el automatismo mental) que obtura el libre desarrollo de la inteligencia innovadora.

La creación de la letra

Por antonomasia a los pensamientos repetitivos, dominados por la pulsión de muerte, dos ejemplos de creación nos mostrarán la génesis de las buenas ideas, uno en la historia de la escritura y el otro en la historia de las cifras o números. Nos servirán para mostrar el uso positivo de la pulsión de muerte (sublimación) para producir la ruptura del paradigma dominante, por este motivo las personas sumisas no son creativas, el creador es rebelde, inconformista, se subleva contra el conocimiento pero para producir un acto de conocimeinto superador, no es un rebelde porque sí o absurdamente. Lo mismo sucede para un deportista. Al final del artículo mostraremos jugadas donde la actitud del deportista se asimila enormemente a la del inventor.

La invención de la escritura es uno de los mayores logros culturales de la humanidad. A riesgo de resumir demasiado una compleja evolución, entendemos que el hombre dio un importantísimo primer paso cuando un adelantado pudo hacer un dibujo en una caverna, un bisonte, el dibujo representaba al animal observado.

El prehistórico artista utilizó en Altamira, España, los relieves curvos
de la caverna para darle a las figuras una tercera dimensión.

Para pasar del dibujo la escritura tuvieron que transcurrir miles de años, el proceso no fue fácil. En las primeras escrituras la imagen o representación cosa remitía al objeto o cosa designada, incluso en la escritura cuneiforme. Era el dominio de la ANALOGÍA entre el signo y la cosa representada. Como existían cientos de signos diferentes para las palabras y las sílabas los escribas pasaban varios años de su vida aprendiendo el arte de la escritura.
Una mujer se escribía en sumerio dibujando un triangulito que indicaba el pubis (es una sinécdoque, la parte por el todo). Esclava se escribía con un triangulito y dos montañas, mujer traída de los pueblos ubicados detrás de las montañas -sinécdoque, (el triangulito) y metonimia o desplazamiento, (traída desde las montañas).

Luego se representó algo más abstracto, por ejemplo en la escritura hitita yo se escribía dibujando un hombre que se señalaba a sí mismo. Sublime en una serie de los jeroglíficos egipcios se escribía con un halcón por lo elevado de su mirada, era una escritura que ya incorporaba la metáfora.
Pero el problema en el desciframiento de los jeroglíficos era que los traductores pensaban que todos los dibujos representaban cosas y no sonidos (o letras). Esta interpretación era acertada pero solo parcialmente y dificultaba cualquier traducción posible.
Para peor el egipcio antiguo era un idioma extinguido, hasta que gracias al descubrimiento de la piedra de Rosetta con un comunicado escrito en tres idiomas. Champollion descifró la palabra Ptolomeo nombre del rey envuelto en un círculo o cartucho, comprobando que se trataba de letras, posteriormente descubrió que el copto litúrgico era heredero del idioma egipcio y pudo rastrear sonidos o letras representados en un tercio de los jeroglíficos.

El verdadero gran paso en la historia de la escritura se produjo cuando los cananeos, sumerios y tal vez otros, utilizaron el dibujo, no para representar a la cosa dibujada, sino a un sonido, a la primer letra, permitiendo el alfabeto.
A este nuevo procedimiento podemos darle el nombre de acrofonía y aún hoy lo utilizamos para deletrear un nombre difícil.

En sumerio (y protocananeo, retomado luego por los fenicios) el Aleph, el toro, no señalaba al toro sino que indicaba su primer letra A. Al comienzo se escribía así: " aleph representando la cabeza del toro con los cuernos hacia arriba, luego fue rotando para convertirse en la actual letra inicial del abecedario A. En Hebreo conservó el nombre pero cambió la notación o forma en que se escribe.
La Beth, patio o casa, el dibujo representaba una casa de dos habitaciones, B. Y finalmente devino en la segunda letra del abecedario.
La R era ra´s o rea´h , cabeza de hombre, y conservó la forma de la nuca a su derecha R.
La M era mém el agua, hoy mantiene una forma muy parecida a la inicial que representaba a las olas. m
La I era iud, brazo simplificándose para llegar a ser solamente una línea.
La O era un ojo N, a´yin y más precisamente o´yin.
La T o t era la tau , la cruz, t †

Este el momento crucial donde se supera el paradigma histórico-dominante para inaugurar la era alfabética, que se concreta cuando se produce una ruptura epistemológica respecto al paradigma dominante donde un dibujo debía representar a la cosa, dando comienzo a la letra, soporte de la representación palabra escrita.

La acrofonía continúa vigente en el código internacional de navegación marítima y aérea donde Alfa, Bravo, Charly, Delta indican A, B, C y D respectivamente. Argentina aportó para este código la palabra Tango para indicar a la T, África Zulú para la Z y los escoceses Whisky para la W. La R es Romeo, la L es Lima y la S Sierra.

Desde que un primer hombre logró dibujar un bisonte en una caverna hasta el dibujo de la cabeza del toro " aleph, representando a la A, transcurrieron unos treinta mil años.

El tema es que alguien pudo pensar algo diferente al paradigma donde el dibujo escrito debía remitir a la cosa dibujada, se representó un sonido inicial y fue el surgimiento de la letra escrita. El aleph no señalaba al toro sino a la A permitiendo la creación del alfabeto, donde los fenicios tuvieron una activa participación ya que navegaban por regiones donde se hablaban diferentes idiomas y necesitaban una herramienta escrita que pudiera serles útil para comerciar. Nuevamente la creatividad surge al atacar con valía al paradigma dominante.

Como heredero de estas primeras invenciones el salmo 119 de la Biblia está enumerado por estas letras, Alef (toro), Bet (casa), Guimel (camello), Dálet, He, Vau, Zain, Chet, Tet, Yod, Caf, Lamed, Mem, Nun, Sámec, Ayin, Pe, Tsade, Cof, Resch, Sin, Tau (cruz).

Ver artículo completo:    La invención de la letra

La invención del Cero

Comenzamos a contar con los dedos y los dígitos o sistema decimal surgen de esta primaria representación.
De hecho el número doce es más completo y versátil, aparte de 1 y 12 puede ser dividido por 6, 4, 3 y 2; mientras que el 10 solo puede ser dividido por 5 y 2, además de 1 y 10.
Pero la historia ha demostrado que la representación material de los diez dedos permite una mayor representación abstracta triunfando el antropomorfismo por sobre la conveniencia matemática.
El dedo como representación de la cifra indicó siempre una cantidad, 1, 2, 3 etc. Tal como lo verificamos en el ábaco o contador que usábamos de chiquitos para aprender a contar.
Cálculo, como dolorosamente lo muestra un cálculo renal, significa guijarro, piedrita. Cada piedrita, dedo o ficha del contador señala una unidad física, existente o real. Se trate de panes, manzanas, casas o guerreros.

Algunos avanzados pudieron superar este paradigma e idearon el cero.
El salto cualitativo fue crear un número que no represente cantidades existentes, sino la ausencia, la carencia absoluta de la unidad, la indicación de la falta. Un símbolo que permite pasar del no hay nada al hay nada. Se creó una cifra que representaba el vacío.

La introducción del cero fue absolutamente revolucionaria. Tres culturas concibieron el cero, los babilónicos, los mayas y los hindúes. Esto sucedió muchísimos años después que se crearan las marcas precursoras de la cifra, ya que los primeros huesos con rayitas numéricas, denominados protoescritura, tienen nada menos que treinta mil años.

Los primeros fueron indudablemente los babilónicos en el siglo III a.C.
El símbolo del cero eran dos espigas que separaban a otros números. Con el tiempo el agregado del cero babilónico potenciaba la cantidad por diez como sucede hoy en día. Así 123 con un cero se convierte en 1230, pero nunca fue usado como número y se reservaba para la astronomía.
Muy lejos de allí los mayas en sus investigaciones astronómicas utilizaron un cero que separaba a otros números en una notación con base 20 probablemente por la cantidad total de dedos de pies y manos y posteriormente indicaba el vacío.

Sistema de numeración maya del 1 al 20
El jeroglífico del número 20 también representa a la luna.
Del 1 al 19 los números son analógicos, el rectángulo equivale a 5
Seguramente como equivalente a una mano.
Los jugadores de truco cuando no tienen porotos anotan de una forma similar

El cero completo lo debemos a los hindúes ya que cumplía con sus tres funciones principales, operador como el babilónico, como cifra señalando la inexistencia y como número, en esta última función se convierte en partícipe central de los cálculos y por ejemplo permitió la creación de los números negativos para indicar por una deuda.
El cero hindú surge de la simplificación de las cifras, las redujeron a 9 y al escribir una cifra usando cantidades de cifras proporcionales a su número, 10 se escribe con dos cifras, 100 con 3, 1000 con cuatro y así sucesivamente. Esta modalidad permitió la notación posicional que por ejemplo al sumar 1234 + 56 dejaba espacios en blanco que fueron completados con el cero. Veamos un ejemplo de suma posicional tal como la conocemos hoy en día. En los espacios en blanco dejado por el 123 o el 11 surgió la idea de completar las casillas con un cero y que posteriormente funcionó como número.

Los números romanos no permitían la notación posicional ya que por ejemplo 1000 solo se escribía con una sola cifra M, mientras que 18 lo hacía con 5 letras XVIII.
Estos números no tenían cero y entiendo que una de las dificultades que se presentaron para determinar cuando realmente terminaba el milenio se debieron a que para los romanos el primer año era el uno, mientras que actualmente con el cero cumplimos un año recién a los doce meses.

La numeración actual se llama arábiga pero no fueron los árabes quienes la crearon sino quienes la difundieron, el moderno sistema de notación posicional y cifras decimales lo crearon los hindúes.
Los escribas matemáticos europeos desataron una guerra contra este tipo de numeración porque al ver su simplicidad se dieron cuenta que se terminaba su hegemonía y ahora todos, incluso los niños chiquitos, podrían hacer cuentas sin recurrir a ellos. Parafraseando al Che Guevara, cortaron algunas rosas pero no pudieron parar la primavera.

Este sistema hindú numérico, decimal y posicional con la particularidad del cero como actor central de los cálculos simplificaron enormemente a las cifras, con solo diez dígitos lograron escribir todos los números del universo además de revolucionar las operaciones matemáticas. Estos matemáticos pudieron idear lo que los automatismos mentales no permitían imaginar.

Bibliografía e Imágenes

Calvet, Louis-Jean, Historia de la escritura , Barcelona, Ed. Paidós, 2001, pág. 59.

Colección Orígenes del Hombre, El nacimiento de la escritura , Vol. I, Tomo 21, España, Ediciones Folio, 1994, pág. 32, Cap. 2, Desciframiento de escrituras antiguas.

Tusón, Jesús, La Escritura. Una introducción a la cultura alfabética , Barcelona, Octaedro Ediciones, 1997, pág. 88.

Nacional Geographic en Español, Noviembre de 2004, Editorial Televisa, México, 2004, pág. 73

Tsunetomo Yamamoto, Hagakure, El libro de los samurai , Ediciones Siglo Veinte, Buenos Aires, pág. 142-143

http://www.mindspring.com/~rnival/images/Trojan_Horse_(Mitelli).jpg

http://es.wikipedia.org/wiki/Charlie_Chaplin

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