Agassi entrenaba su atención, su percepción, sus emociones, de la siguiente forma, colocaba una pelota de tenis sobre el televisor mientras pasaban su programa favorito, durante media hora no sacaba la vista ni la mente de la marca de la pelota. La pelota pasa a ser figura central y el programa se convierte en fondo no percibido. Concentrada la mente y las emociones en un objeto se mantiene la respiración a un ritmo pausado y al mismo tiempo se ordenan los estímulos interiores o impulsos. Desde una óptica psicoanalítica, centrando la mente y regulando la respiración se regula el mundo pulsional. En esencia es un ejercicio de budismo zen. Y lo que se obtiene es la ataraxia emocional que propone la filosofía estoica. Se adquiere así disciplina mental.
Los jugadores que son fuertes emocionalmente combinan dos factores, disponen de una resistente protección emocional frente al exterior y no tienen agresividad interior que se les dispare en contra al sufrir una agresión externa, vale decir han vencido a su rival interior. Los jugadores que tienen debilidad emocional se aturden y no logran generar estrategias de reacción que puedan moderar la situación y revertirla, se anulan por la debilidad de su protección emocional.
Recordamos que en la ataraxia no se trata de volver frío a un jugador sino de que mantenga el nivel de temperatura emocional en la que se sienta cómodo y rinda mejor, es un regulador emocional, por eso le llamamos el termostato de las emociones, ni por arriba ni por abajo de la temperatura ideal.
En relación a las presiones y a las emociones la ataraxia tiene la misma función que el traje de agua que usa el navegante en medio de la tormenta. Lo separa y aísla de la inclemencia del tiempo exterior y mantiene su cuerpo seco y en el nivel de temperatura que corresponde.
Foto: libro Navegación con mal tiempo de Adlard Coles y Peter Bruce
Generalmente descubrimos que un enfermo psicosomático ha enfrentado una dolorosa situación en su vida, una pérdida de un ser querido (trauma externo) o ha sufrido un padecimiento excesivo (trauma interno reiterado) frente a situaciones no tan extremas, como por ejemplo las personas que se hacen mucha malasangre frente a problemas de la existencia. Muchos casos de neurosis nos muestran cómo algunos individuos descargan agresividad sobre sí mismos después de haber atravesado un doloroso trauma, como ejemplo de este mecanismo puedo recordar una paciente que se tajaba con una hojita de afeitar distintas partes del cuerpo después de cada discusión con su severa madre, otra chica en su lugar podría sufrir un ataque de asma o gastritis. Algunos casos de suicidio pueden seguir el mismo camino, en un caso un policía concurre presurosamente a una estación de servicio donde habían matado al expendedor, era su hijo; sin que nadie pudiera impedirlo tomó su arma y se suicidó. Este ejemplo extremo sirve para ilustrar un mecanismo psicológico donde se recibe agresión externa, se acumula en elinterior del psiquismo y se vuelca contra el sujeto, el ejemplo más transparente es cuando el tenista, frente a los tantos en contra, rompe su raqueta como pegándose a sí mismo. En el caso más leve pierde precisión.
Se ha insistido mucho en la necesidad de controlar las emociones que afectan negativamente al jugador, como ser la ira o la intimidación. Sin embargo entiendo que no se debe concentrar el trabajo psíquico en el control del impulso negativo sino en su canalización mediante formas y fines alternativos, lo que deviene en un aprovechamiento del impulso, como por ejemplo utilizarlo en jugadas específicas que permitan tomar ventaja en la posición deportiva. Por más que el término control emocional ha tomado cartas de ciudadanía en la Psicología del Deporte la idea que desea sembrar este libro es de una transformación emocional.
El excesivo control emocional es patológico y recibe el nombre de alexitimia. Se manifiesta como una “represión” emocional o como una incapacidad para desarrollar afectos, es el caso del psicosomático, no reacciona e implota emocionalmente, en el plano deportivo son los calambres de origen nervioso. El prototipo es el corredor de fórmula uno que en boxes espera el recambio de neumáticos o reparación del auto. Algunas fuentes afirman que en esos momentos, o en los instantes previos a la largada, sus pulsaciones pueden alcanzar niveles de pulsaciones elevadísimos, alrededor de 200 por minuto, sin embargo sus actitudes reflejan el máximo de tranquilidad, sin embargo descargará la tensión apenas ingrese en la pista, en este caso el fenómeno es transitorio e inocuo.
Distinguimos en consecuencia entre la ataraxia estoica y la alexitimia. La ataraxia es una especie de barrera de anticuerpos frente a los estímulos excesivos (externos e internos como las emociones) y permite mantener la serenidad de espíritu ante situaciones difíciles, mientras que la alexitimia consiste en un encapsulamiento de las emociones que termina resultando una verdadera caja de Pandora. (o dicho de otra forma es como sentarse sobre un barril de pólvora, ..y la pólvora la necesitamos para dispararle al “enemigo” simbólico)
Gustavo Maure
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