La actitud del espíritu en las artes marciales.
En la ciencia de las artes marciales, el estado de espíritu debe seguir siendo el mismo que en la vida cotidiana; lo mismo que cuando practicáis las artes marciales, no permitáis que haya ningún cambio; con el espíritu abierto y directo, ni tenso ni demasiado relajado, manteniendo la mente centrada de forma que no haya desequilibrio, relajad tranquilamente vuestra mente y saboread totalmente ese momento de tranquilidad, de forma que la relajación no se detenga ni siquiera un instante.
Aunque estéis tranquilos, vuestro espíritu estará alerta, aunque estéis apremiados, vuestro espíritu no estará apremiado. La mente no es arrastrada por el cuerpo, y el cuerpo no es arrastrado por la mente. Poned atención a la mente, no al cuerpo. No permitáis que haya insuficiencia ni exceso en vuestra mente. Aunque superficialmente tengáis el ánimo débil permaneced fuertes por dentro y no dejéis que otros vean vuestra mente.
Dejad vuestro espíritu despejado y abierto, poniendo vuestro intelecto en un vasto plano. Es esencial pulir diligentemente el espíritu y el intelecto. Una vez que hayáis utilizado vuestro intelecto hasta el punto en que podéis distinguir lo que es verdad y lo que no lo es en el mundo, en el que podéis decir lo que es bueno y lo que es malo, y cuando hayáis experimentado varios dominios y ya no podéis ser engañados en absoluto por la gente, vuestro espíritu habrá quedado imbuido del conocimiento y de la sabiduría del arte de la guerra.
Existe algo especial sobre el conocimiento del arte de la guerra. Es imprescindible dominar los principios del arte de la guerra y aprender a permanecer con un espíritu inmutable incluso cuando estáis en el corazón de la batalla.
Cuando Musashi se refiere a un uso del intelecto capaz de distinguir la verdad, experimentar varios dominios y a no poder ser engañado por la gente, se refiere a la práctica Zen que permite un dominio mental y emocional que nosotros denominamos la experiencia de haber vencido al rival interior.
Incluiremos también la actitud física y el enfoque de los ojos ya que nos permitirán captar y descubrir la mentalidad del guerrero.